Saint-Malo, una hermosa ciudad amurallada en la región de Bretaña, Francia, es conocida por su rica historia marítima, sus imponentes murallas y su atmósfera encantadora.
Con vistas al Canal de la Mancha, Saint-Malo combina la belleza del océano con un fascinante casco antiguo lleno de calles adoquinadas y edificios históricos.
Si solo tienes un día para explorar esta maravillosa ciudad, acompáñame en un recorrido lleno de historia, vistas al mar y, por supuesto, la deliciosa gastronomía bretona. ¡Vamos allá!

1. Llegada y desayuno en la ciudad amurallada
Comenzamos nuestro día en Saint-Malo temprano para aprovechar al máximo cada rincón.
Lo mejor es llegar al casco antiguo (Intra-Muros), y qué mejor manera de empezar que con un desayuno típico bretón en una de las encantadoras cafeterías del casco histórico.
Te recomiendo La Maison du Sarrasin, donde podrás disfrutar de un delicioso crêpe de trigo sarraceno con miel o mermelada, acompañado de un buen café au lait.
Mientras tomas tu desayuno, podrás sentir la atmósfera acogedora de esta ciudad llena de historia.
2. Paseo por las murallas de Saint-Malo
Después de desayunar, es hora de recorrer las imponentes murallas de Saint-Malo.
Estas murallas rodean el casco antiguo y ofrecen una vista espectacular del océano y de la ciudad.
Caminar por las murallas es una experiencia única, ya que puedes admirar tanto la belleza del mar como la arquitectura medieval de Saint-Malo.
Además, desde las murallas podrás ver las islas del Grand Bé y Petit Bé, que durante la marea baja se pueden visitar a pie.
Es un paseo relajante y una excelente forma de orientarse en la ciudad.
3. Castillo de Saint-Malo y Torre Quic-en-Groigne
Nuestra siguiente parada es el Castillo de Saint-Malo, un castillo del siglo XV que ahora alberga el Museo de Historia de la Ciudad.
Podrás aprender sobre la fascinante historia de Saint-Malo, desde sus orígenes como un bastión pirata hasta su reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial.
No te pierdas la Torre Quic-en-Groigne, desde donde puedes disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y del puerto. Es un lugar perfecto para conocer más sobre la historia de esta ciudad fortificada.
4. La Catedral de San Vicente
Después de explorar el castillo, dirígete a la Catedral de San Vicente, una iglesia gótica y románica que es el corazón espiritual de Saint-Malo.
En su interior, puedes admirar hermosos vitrales y descubrir la historia de Jacques Cartier, el famoso explorador que partió de Saint-Malo para descubrir Canadá.
La catedral tiene una atmósfera tranquila y es un buen lugar para tomarse un momento de reflexión en medio del bullicio del casco antiguo.
5. Almuerzo en una crêperie típica
No puedes visitar Saint-Malo sin probar las famosas galettes bretonas.
Para el almuerzo, te recomiendo Crêperie Le Tournesol, donde podrás disfrutar de una auténtica galette rellena de queso, jamón y huevo, o de cualquier otra combinación que prefieras.
El ambiente es cálido y acogedor, y el sabor de estas galettes hará que te enamores aún más de la gastronomía bretona.
Acompaña tu galette con una copa de sidra local para vivir una experiencia completa.
6. Paseo por la playa de Bon-Secours y las piscinas naturales
Después del almuerzo, es el momento perfecto para bajar la comida con un paseo por la Playa de Bon-Secours.
Esta playa tiene una piscina natural que se llena con la marea y es perfecta para darse un chapuzón si el clima lo permite.
Además, la vista desde la playa hacia las murallas de Saint-Malo es espectacular.
Puedes caminar hasta el Faro de Mole des Noires y disfrutar del aire fresco y las impresionantes vistas al mar.
7. Visita al Fuerte Nacional
Si la marea está baja, aprovecha para caminar hasta el Fuerte Nacional, una fortificación del siglo XVII construida para proteger la ciudad.
El fuerte ofrece visitas guiadas que te permiten conocer más sobre la historia militar de Saint-Malo y cómo se defendió de los ataques en siglos pasados. Además, la vista desde el fuerte hacia la ciudad y el océano es impresionante, ideal para sacar algunas fotos panorámicas.
8. Helado en Sanchez L’Artisan Glacier
Después de tanto caminar, es hora de un merecido descanso con un delicioso helado.
Sanchez L’Artisan Glacier es una heladería muy conocida en Saint-Malo, y ofrece una gran variedad de sabores artesanales que harán que sea difícil elegir solo uno.
Mi recomendación es probar el helado de caramelo salado, un sabor típico de Bretaña que no te defraudará.
Disfruta de tu helado mientras paseas por las encantadoras calles adoquinadas del casco antiguo.
9. Cena en Le Chalut
Para la cena, te recomiendo Le Chalut, un restaurante galardonado con una estrella Michelin que se especializa en mariscos frescos y cocina bretona.
Aquí puedes disfrutar de platos como el filete de rodaballo o los mejillones a la marinera, todo acompañado de excelentes vinos franceses.
El ambiente es elegante pero acogedor, y es el lugar perfecto para disfrutar de una cena inolvidable y cerrar nuestro día en Saint-Malo con broche de oro.
10. Atardecer en la Torre Solidor
Para finalizar nuestro día, dirígete a la Torre Solidor, ubicada en el barrio de Saint-Servan.
Desde aquí, puedes disfrutar de un hermoso atardecer con vistas al estuario del río Rance.
La torre, construida en el siglo XIV, es un lugar impresionante para reflexionar sobre todo lo que has visto y vivido durante el día.
El sol poniéndose sobre el agua y las luces que comienzan a iluminar la ciudad amurallada crean una atmósfera mágica que te dejará con recuerdos inolvidables.
Dónde dormir en Saint-Malo
Si decides quedarte en Saint-Malo, hay varias opciones encantadoras para hospedarte.
Hôtel Le Nouveau Monde es una excelente elección si buscas algo cómodo y con vistas al mar. Este hotel tiene habitaciones elegantes y un spa donde puedes relajarte después de un día de exploración.
Otra opción interesante es Hôtel France et Chateaubriand, ubicado justo en el casco antiguo, perfecto para explorar la ciudad a pie.
Si prefieres algo más económico, Ibis Saint-Malo Intra-Muros es una buena alternativa, con habitaciones cómodas y una excelente ubicación dentro de las murallas.
Si necesita más información: Dónde alojarse en Saint-Malo: Mejores Zonas y Hoteles
Consejos finales
- Moverse por Saint-Malo: La mejor manera de conocer Saint-Malo es caminando. Las principales atracciones están muy cerca unas de otras, y caminar te permitirá disfrutar del ambiente único de esta ciudad amurallada.
- Probar la sidra local: La sidra bretona es una bebida típica de la región. No te vayas sin probar una copa junto con una galette o simplemente para disfrutar al atardecer.
- Visitar temprano las murallas: Para evitar las multitudes y disfrutar de las mejores vistas, te recomiendo caminar por las murallas temprano en la mañana o al final de la tarde.
Espero que esta guía te inspire a disfrutar de Saint-Malo al máximo en un solo día. La ciudad tiene un encanto especial, con sus murallas, su historia de corsarios y la belleza del Atlántico, y estoy seguro de que te llevarás recuerdos inolvidables.
¡Buen viaje y disfruta cada momento en esta maravillosa joya de Bretaña!

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