Dijon es una ciudad encantadora situada en el corazón de la región de Borgoña, Francia.
Con una población de aproximadamente 150,000 habitantes, combina historia, cultura y gastronomía de una manera única que la hace imprescindible para cualquier viajero.
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Dijon es conocida por su mostaza, su impresionante arquitectura medieval y su papel histórico como sede de los Duques de Borgoña.

Aunque un día no es suficiente para descubrir todos sus rincones, sí es ideal para obtener una buena impresión de la ciudad y disfrutar de sus principales atracciones.
Te voy a llevar por un recorrido completo para que no te pierdas de nada.
Dijon tiene mucho que ofrecer, así que empecemos cuanto antes.
1. Llegada temprano y un cafecito en la Place François Rude

Como vamos a aprovechar al máximo este día, te recomendaría llegar temprano.
Dijon es una ciudad que se disfruta mejor cuando la puedes ver despertar, así que después de dejar tu equipaje en tu alojamiento (te hablaré sobre dónde dormir en Dijon al final), comenzaremos por la Place François Rude, una plaza pequeña pero icónica, rodeada de preciosos edificios de fachadas con entramado de madera que parecen sacados de un cuento de hadas.
Primero lo primero: necesito un café ☕ para arrancar el día.
La plaza tiene varios cafés con terrazas encantadoras, y me gusta sentarme en uno de ellos mientras observo la fuente y el movimiento de la ciudad.
Recomiendo un café au lait, no te olvides de probar una croissant fresca o un pain au chocolat.
Después de todo, estamos en Francia, y desayunar algo dulce es una necesidad🥐🥐🥐.
2. Palais des Ducs et des Etats de Bourgogne
Dijon tiene una historia rica y fascinante, y qué mejor manera de comenzar a explorarla que con el Palacio de los Duques de Borgoña.
A tan solo unos pasos de la Place François Rude, el Palais des Ducs es el alma de la ciudad y un lugar donde puedes retroceder a los tiempos en que Dijon era el epicentro del poder en la región de Borgoña.
El edificio alberga el Musée des Beaux-Arts, y lo mejor de todo es que la entrada es gratuita.
Toma un par de horas para explorar las galerías repletas de esculturas, pinturas y objetos que te cuentan la historia de la región.
Personalmente, me encanta perderme entre las salas que muestran los tesoros medievales.
La sala que alberga los sarcófagos de los duques es impresionante y me hace sentir que estoy viviendo un pedazo de la historia.
Pueden leer nuestro artículo: Precios Entradas Monumentos en Dijon + Horarios.
3. Subida a la Torre Philippe le Bon
Justo al lado del palacio, está la Torre Philippe le Bon.
Si estás dispuesto a subir los 316 escalones, serás recompensado con una vista panorámica de la ciudad que te dejará sin aliento.
La subida puede parecer un poco desafiante, pero vale la pena cada escalón.
Desde lo alto, podrás ver los techos a dos aguas de Dijon, las torres de sus iglesias, y el campo de Borgoña que se extiende hasta el horizonte.
Si hay algo que siempre me deja sin palabras, es lo majestuoso que puede verse Dijon desde las alturas.
4. El Sendero de la Lechuza (Parcours de la Chouette)
Una de las mejores formas de explorar Dijon es seguir el Parcours de la Chouette.
La lechuza es el símbolo de la ciudad y el recorrido está marcado en el pavimento con placas de bronce con el dibujo de una lechuza.
Es fácil de seguir y te llevará a todos los lugares importantes de la ciudad, incluyendo iglesias, edificios históricos, plazas y rincones ocultos.
El recorrido comienza cerca de la Iglesia de Notre-Dame, una joya de la arquitectura gótica que no puedes perderte.
Asegúrate de buscar la pequeña estatua de la lechuza tallada en uno de los laterales de la iglesia.
Se dice que si la tocas con la mano izquierda y pides un deseo, este se hará realidad.
Así que no pierdas la oportunidad, quién sabe, podría funcionarte.
5. Almuerzo en Les Halles de Dijon
Para el almuerzo, mi lugar favorito es Les Halles de Dijon, el mercado cubierto de la ciudad.
Donde puedes encontrar una gran variedad de productos frescos de la región: quesos, charcutería, pan recién hecho y, por supuesto, mostaza de Dijon.
Me encanta recorrer los puestos, probar los productos, y sentirme como un local.
Puedes armar un picnic con algunas especialidades, como un buen queso comté, una baguette crujiente, jamón de la región, y acompañarlo con un buen vino de Borgoña.
Si prefieres algo más formal, puedes almorzar en uno de los restaurantes del mercado, donde ofrecen platos típicos elaborados con los productos frescos que ves en los puestos.
6. Jardín Darcy y una parada relajante
Después del almuerzo, es hora de relajarse un poco y disfrutar del aire libre.
El Jardín Darcy es el lugar perfecto para hacer una pausa. Este jardín público es precioso, con su gran fuente y esculturas.
Además, aquí se encuentra la famosa estatua del oso de Pompon, una escultura que se ha convertido en otro de los símbolos de Dijon.
Me gusta sentarme en un banco, disfrutar del ambiente y observar a la gente pasar. Es una excelente oportunidad para bajar un poco el ritmo antes de continuar explorando.
7. Maison Maille y la magia de la mostaza
Cuando estás en Dijon, tienes que probar la mostaza de Dijon directamente de la fuente.
Uno de los lugares más icónicos para esto es la Maison Maille, ubicada en la Rue de la Liberté.
Esta tienda es una verdadera institución y un paraíso para los amantes de la mostaza.
Puedes probar diferentes variedades, desde las clásicas hasta algunas más exóticas con sabores como trufa o chablis.
No hay nada como degustar la mostaza recién servida desde un barril.
Además, puedes llevarte un frasco como recuerdo (o varios, si eres como yo y no puedes decidirte por solo uno). Es también un regalo perfecto para los amigos o la familia.
8. Un paseo por la Rue des Forges y sus casas medievales
Dijon tiene algunas de las calles más encantadoras que puedas imaginar, y una de ellas es la Rue des Forges.
Esta calle es famosa por sus edificios con fachadas medievales y renacentistas.
Cada esquina está llena de detalles que te hacen viajar en el tiempo.
Aquí te recomiendo ir despacio, admirar las puertas talladas, las ventanas decoradas y, si tienes suerte, encontrar una pequeña tienda de antigüedades o artesanía donde puedas descubrir tesoros únicos.
9. Iglesia de Saint-Michel y un helado para refrescarse
Nuestra siguiente parada es la Iglesia de Saint-Michel, un impresionante ejemplo de arquitectura gótica y renacentista.
La fachada es tan detallada que parece que podrías pasar horas admirando cada escultura.
El interior es igualmente fascinante, con sus enormes vitrales y su atmósfera serena. A estas alturas del día, un poco de sombra y tranquilidad se agradece.
Al salir, es posible que quieras algo refrescante.
Dijon tiene algunas heladerías muy buenas, y una de mis favoritas es Glacier Antolin, que está cerca de la iglesia.
Ofrecen una variedad de sabores que van desde los clásicos hasta algunos más aventureros.
Mi recomendación: el helado de cassis, que es una especialidad local.
10. Cena en un restaurante típico
Para la cena, Dijon tiene muchas opciones, pero si quieres algo realmente típico, te recomendaría el Restaurant L’Essentiel.
Donde puedes probar algunos de los platos más tradicionales de la región, como el boeuf bourguignon o los escargots de Bourgogne. Todo está elaborado con ingredientes locales y el ambiente es cálido y acogedor, ideal para terminar un día de exploración.
Si prefieres algo un poco más ligero, el Chez Leon es otra buena opción, con platos típicos pero en porciones más pequeñas, lo que te permite probar un poco de todo sin sentirte demasiado lleno.
11. Atardecer en la Place de la Libération
Terminaremos nuestro día en Dijon en la Place de la Libération, una plaza enorme justo enfrente del Palacio de los Duques.
Durante el atardecer, la luz baña los edificios históricos y crea un ambiente casi mágico.
Si te apetece, puedes sentarte en una de las terrazas de los bares cercanos y disfrutar de una copa de vino de Borgoña mientras la ciudad se ilumina lentamente con las luces de la noche.
La Place de la Libération es el lugar perfecto para relajarse y reflexionar sobre todo lo que has visto durante el día. Es una de esas plazas donde el tiempo parece detenerse, y simplemente puedes disfrutar del momento.
Dónde dormir en Dijon
Si estás buscando un lugar para quedarte, Dijon tiene una variedad de opciones para todos los presupuestos.
Si quieres algo céntrico y con encanto, te recomiendo Hôtel des Ducs, que está justo al lado del Palacio de los Duques. Las habitaciones son cómodas y el personal es muy amable.
Otra buena opción es Maison Philippe le Bon, un hotel boutique ubicado en un edificio histórico con un precioso jardín interno.
Para algo más económico, el Ibis Dijon Centre Clemenceau es una excelente opción, con habitaciones limpias y modernas, y una ubicación conveniente para explorar la ciudad a pie.
Te dejo nuestro artículo dedicado: 🏨 Dónde alojarse en Dijon: Mejores Zonas y Hoteles🏨
Consejos finales
- Moverse por Dijon: La mejor manera de conocer Dijon es caminando. Todo está bastante cerca y el encanto de la ciudad está en sus pequeños detalles que descubres al pasear.
- La mostaza: No te vayas sin probar y llevarte a casa un frasco de mostaza de Dijon. Es el mejor souvenir y te aseguro que cada vez que la pruebes, recordarás tu día aquí.
- Probar el vino: Dijon está en el corazón de Borgoña, así que no dejes pasar la oportunidad de probar alguno de sus vinos. Busca un bar de vinos donde puedas pedir una degustación.
- Precios Entradas Monumentos en Dijon + Horarios
- Dónde alojarse en Dijon: Mejores Zonas y Hoteles
- ¿Cuántos días en Dijon? Itinerario Medio día, 1, 2, 3 días
Espero que esta guía te ayude a disfrutar Dijon al máximo en un día. La ciudad tiene un encanto especial que me conquistó desde el primer momento, y espero que te pase lo mismo. ¡Buen viaje y disfruta cada momento en esta joya francesa!

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