Montpellier es una de esas ciudades que, aunque a veces se pasa por alto frente a otros destinos más populares de Francia, tiene un encanto que atrapa a cualquiera que la visite.
Ubicada al sur del país, Montpellier es una ciudad vibrante y llena de vida, ideal para recorrer a pie y disfrutar de su ambiente juvenil, gracias a su gran población estudiantil.
Pero lo mejor de Montpellier es que está rodeada de maravillas que puedes visitar fácilmente en tren. ¡Así que acompáñame a descubrir lo mejor de los alrededores!

1. Sète: la pequeña Venecia del sur de Francia
A tan solo 20 minutos en tren desde Montpellier, te espera Sète, una ciudad portuaria encantadora que muchos llaman la «Venecia del sur de Francia».
Y no es para menos: con sus canales, puentes y coloridas fachadas, pasear por Sète es como caminar por un cuadro.
- Distancia desde Montpellier: Aproximadamente 30 km.
- Mejor opción para llegar: Tren directo desde la estación de Montpellier (20 minutos).
Qué ver en Sète:
- Mont Saint-Clair, desde donde tienes una vista panorámica espectacular de la ciudad y el mar Mediterráneo.
- Canales de Sète y el Puerto Viejo, perfectos para un paseo tranquilo.
- Museo Paul Valéry, con obras de artistas locales y unas vistas increíbles.
- Las playas de Sète, ideales para un día relajado bajo el sol.
2. Nîmes: la Roma francesa
Aproximadamente a 45 minutos en tren desde Montpellier, Nîmes es una ciudad que sorprende por sus impresionantes monumentos romanos, perfectamente conservados.
Es fácil enamorarse de su historia y su arquitectura, que te hacen sentir como si estuvieras caminando por una versión pequeña de la antigua Roma.
- Distancia desde Montpellier: Aproximadamente 55 km.
- Mejor opción para llegar: Tren directo desde Montpellier (45 minutos).
Qué ver en Nîmes:
- Arena de Nîmes, un anfiteatro romano increíblemente bien conservado que todavía se usa para conciertos y eventos.
- Maison Carrée, un templo romano que te dejará boquiabierto.
- Jardins de la Fontaine, un lugar perfecto para pasear y relajarse rodeado de naturaleza e historia.
3. Aigues-Mortes: historia medieval y salinas
Aigues-Mortes es un pequeño pueblo amurallado situado a unos 35 minutos en tren desde Montpellier.
Este lugar parece salido de un cuento medieval, con sus murallas perfectamente conservadas y su historia ligada a las Cruzadas. Es un destino que recomiendo si buscas una experiencia diferente y llena de historia.
- Distancia desde Montpellier: Aproximadamente 30 km.
- Mejor opción para llegar: Tren hasta la estación de Aigues-Mortes (35 minutos).
Qué ver en Aigues-Mortes:
- Murallas de Aigues-Mortes, que puedes recorrer para disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y los alrededores.
- Torre de Constanza, una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad.
- Las Salinas de Aigues-Mortes, donde podrás ver las famosas montañas de sal rosa.
4. Béziers: historia y vino
Béziers es otro de esos lugares cercanos a Montpellier que bien merece una visita.
A solo 40 minutos en tren, esta ciudad tiene una atmósfera tranquila y unas vistas impresionantes del río Orb. Su historia está muy ligada a la producción de vino, así que si eres amante del buen beber, ¡este es tu sitio!
- Distancia desde Montpellier: Aproximadamente 70 km.
- Mejor opción para llegar: Tren directo desde Montpellier (40 minutos).
Qué ver en Béziers:
- Catedral de Saint-Nazaire, situada en lo alto de la ciudad, con unas vistas maravillosas.
- Puente Viejo sobre el río Orb, uno de los lugares más fotografiados de Béziers.
- Canal du Midi, perfecto para un paseo relajado a la orilla o un recorrido en barco.
5. Pont du Gard: una maravilla romana
Si te gustan los lugares históricos, Pont du Gard es una parada obligatoria. Este impresionante acueducto romano se encuentra a unos 60 km de Montpellier y es fácilmente accesible combinando tren y autobús desde la estación de Nîmes.
- Distancia desde Montpellier: Aproximadamente 60 km.
- Mejor opción para llegar: Tren a Nîmes y luego autobús hasta Pont du Gard (aproximadamente 1 hora y 30 minutos en total).
Qué ver en Pont du Gard:
- El acueducto romano, una de las obras de ingeniería más impresionantes del Imperio Romano.
- Museo del Pont du Gard, donde puedes aprender más sobre la historia y construcción de esta maravilla.
- Senderos y áreas de picnic a lo largo del río Gardon, perfectos para disfrutar de una tarde tranquila.
Conclusión: Montpellier y sus alrededores en tren
Montpellier es una ciudad llena de vida y cultura, pero lo mejor de todo es que está rodeada de lugares espectaculares que puedes visitar fácilmente en tren.
Desde las coloridas calles de Sète hasta las murallas medievales de Aigues-Mortes, cada destino ofrece algo único y especial. Así que, si estás por Montpellier, no dudes en aventurarte y explorar más allá. Te prometo que cada rincón te enamorará y te dejará con ganas de más.

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